Zona Abierta


 

Memoria digital: enseñanzas científicas y sociales en tiempo de pandemias

Introducción

En años recientes, la pobreza extrema, la injusticia y la desigualdad se han incrementado en todo el mundo, causando uno de los mayores reveses a los derechos humanos. La recuperación de la estructura social, después del estado de la emergencia sanitaria por COVID-19, ha sido tema de un gran debate en los foros de las Naciones Unidas. Para la Agenda 2030, se plantea buscar las mejores formas de recuperación sostenible y resiliente como actividades para la Década de Acción en el Desarrollo Sostenible (NU, 2025).

Durante la emergencia sanitaria, en todo el mundo se plantearon grandes retos para la ciencia y la tecnología, que la humanidad no debe olvidar. Es cierto que una persona no puede vivir y recordar lo que ha ocurrido durante 100 años. Sin embargo, gracias a los avances en la tecnología y las posibilidades que brinda la Inteligencia Artificial (IA), se pueden generar memorias digitales con ambientes virtuales, videos, audios y documentos que permitan recordar el momento de crisis que tuvo la humanidad durante los tiempos de la pandemia por COVID-19.

Hoy en día, con la transformación digital y el poder de las redes sociales, solo basta con dar un clic para trasladarnos al lugar de los hechos. El contenido que creamos día a día de manera digital, será la memoria que permita recordar a generaciones futuras, las fortalezas con las que ya se cuenta, las áreas de oportunidad en las que aun debe trabajarse, las debilidades que tenemos como humanidad y las amenazas que nos acecharán en el futuro.

 

Propuesta de estructura para una memoria digital

Una propuesta para construir una memoria digital, que nos ayude a recordar las enseñanzas que dejó la pandemia por COVID-19, podría comenzar por definir qué es una pandemia desde el punto de vista del contexto en el que surgen. Después se recopilarían tanto datos históricos como testimonios sobre distintas pandemias, con el fin de entender los puntos de vista de expertos respecto a las lecciones aprendidas. A continuación se integrarían procesos de Inteligencia Artificial (IA) y Sistemas de Información Geográfica (SIG) para el análisis de los datos recolectados y, con base en ello, se diseñaría una plataforma digital interactiva. Finalmente, esta herramienta permitiría explorar los aprendizajes y los retos superados, haciendo disponible la información para futuras investigaciones, procesos educativos y desarrollo de políticas públicas (Figura 1).

 

Figura 1. Diagrama de flujo para construir la memoria digital sobre pandemias

 

2.1 Contexto introductorio de las pandemias

Una pandemia (Hays, 2005) es una enfermedad infecciosa que se propaga rápidamente en distintas regiones geográficas de manera casi simultánea, teniendo un alcance global en múltiples países y afectando la vida social, económica y tecnológica. Por lo general la enfermedad infecciosa se da por un virus, una bacteria o un patógeno desconocido que afecta a una población sin inmunidad. Un problema importante es controlar el contagio debido a la movilidad global, la falta de tratamientos y la detección tardía de pacientes contagiados.

Las etapas de una pandemia son (Hays, 2005): a) el brote, que es el repentino aumento de casos de una enfermedad en una población pequeña de una región especifica; b) la epidemia, que se presenta cuando la enfermedad comienza a expandirse en varias regiones; y c) la pandemia, que produce cuando la enfermedad se encuentra geográficamente en distintos países en poco tiempo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), es la única autoridad encargada de declarar una pandemia. Esto ocurre cuando es una enfermedad altamente infecciosa, hay un gran porcentaje de transmisión en múltiples países y tiene un impacto significativo (OMS, 2025). Las pandemias han sido una parte recurrente de la historia humana y han motivado avances en la ciencia, la tecnología y la salud pública. Aunque representan una seria amenaza, también nos recuerdan la importancia de la colaboración, la solidaridad y la preparación.

 

2.2 Recopilación de datos históricos

La primera pandemia registrada se conoce como La Plaga de Atenas, ocurrida aproximadamente en el año 430 a.C. durante la Guerra del Peloponeso. Se sospecha que fue fiebre tifoidea, originada en Etiopía y propagada hacia Egipto y Grecia, causando la muerte de cerca de un tercio de la población de Atenas (Hays, 2005).

La segunda fue La Peste Antonina, registrada entre los años 165 y 180 d.C. en el Imperio Romano. Posiblemente fue causada por viruela o sarampión, introducida por soldados romanos provenientes del Medio Oriente, provocando la muerte de aproximadamente 5 millones de personas (Hays, 2005).

La tercera pandemia fue La Plaga de Justiniano, que azotó el Imperio Bizantino entre los años 541 y 542 d.C., por la bacteria Yersinia Pestis, responsable de la peste bubónica. Se estima que murieron entre 25 y 50 millones de personas (Rosen, 2007; Sarris, 2002).

La Peste Negra, cuarta pandemia (1347–1351), se extendió por Europa, Asia y África, con un estimado de entre 75 y 200 millones de muertes (Hays, 2005).

La quinta pandemia corresponde a la introducción de la viruela en América durante el siglo XVI, traída por los colonizadores europeos. El virus Variola causó la muerte de hasta el 90% de la población indígena en algunas regiones (Bennett, 2020).

La sexta fue la Primera Pandemia de Cólera (1817–1824), provocada por la bacteria Vibrio cholerae. Se originó en la India, pero se extendió por Asia, África y Europa (Hays, 2005).

La séptima pandemia fue la Gripe Rusa (1889–1890), iniciada en San Petersburgo y atribuida al virus H2N2. Infectó al 40% de la población mundial y dejó alrededor de un millón de muertes (Berche, 2022).

La octava fue la Gripe Española (1918–1919), producida por el virus H1N1. Inició en Estados Unidos y mató entre 20 y 50 millones de personas (Long, 2011).

La novena pandemia fue la Gripe Asiática (1957–1958), originada en China y provocada por el virus A(H2N2). Dejó alrededor 2 millones de muertes (Rogers, 2025).

La décima fue la Gripe de Hong Kong (1968–1969), que suscitó un millón de muertes en el mundo (Hays, 2005).

La décimo primera pandemia es el VIH/SIDA, detectado en 1981 y aún vigente, debido al virus de inmunodeficiencia humana y ha provocado más de 40 millones de muertes en todo el mundo (UNAIDS, 2025).

La décimo segunda fue la de la Gripe A(H1N1) en 2009, con 200,000 muertes globales. Fue causada por el virus de la influenza A(H1N1), que se propagó rápidamente en el ámbito mundial (Bajardi et al., 2010).

La décimo tercera y última pandemia es la del COVID-19, surgida a finales de 2019 y provocada por el coronavirus SARS-CoV -2. Ha causado millones de muertes y profundas transformaciones económicas y sociales en el mundo (OMS, 2025).

 

2.3 Recopilación de testimonios 

La narrativa anecdótica, con base en testimonios sobre la pandemia por COVID-19, ha sido una gran herramienta para comprender este evento crucial, que no solo causó pérdidas humanas significativas, sino que también transformó sociedades, economías y sistemas políticos. Por ejemplo, al analizar la respuesta de las ciudades ante la pandemia, el Dr. Miguel Ángel Munguía-Rosas, del Departamento de Ecología Humana del Cinvestav, señaló que “la movilidad de las personas es el factor clave para que un brote se convierta en pandemia” (Torales Herrera & Munguía-Rosas, 2020). Tecnologías como cámaras, drones e imágenes satelitales permiten generar grandes volúmenes de datos de movilidad, los cuales pueden correlacionarse con los contagios. El Dr. Munguía-Rosas también destaca que la experiencia del COVID-19 dejó en la memoria colectiva conceptos como el aislamiento social y el aplanamiento de la curva de contagio.

"La pandemia de COVID-19 reveló las brechas estructurales del sistema hospitalario mexicano, especialmente en zonas con menor cobertura", afirma el Dr. Sazcha Marcelo Olivera-Villarroel, especialista en economía de recursos naturales de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Cuajimalpa (Candia Calderón & Olivera-Villarroel, 2021). A pesar de que el aprendizaje ha sido doloroso, este conocimiento nos ayuda no solo a encontrar las mejores formas para la recuperación sostenible y resiliente de la estructura social, sino también a fortalecer y planificar eventos de causa mayor y a mejorar la formación de nuestro personal en todas las disciplinas de la ciencia. El aprendizaje como humanidad, es no olvidar, sino generar memorias accesibles a todo el público, que permitan ayudar a generaciones futuras en situaciones similares a las que ya vivimos. Por ejemplo, se ha demostrado que las campañas de vacunación son la herramienta más eficaz para prevenir y controlar enfermedades.

En una entrevista realizada a Elon Musk sobre la pandemia por COVID-19, el empresario minimizó los riesgos del coronavirus al manifestar públicamente que no se vacunaría contra el COVID-19 (Setty, 2020). Por su parte, el Prof. Jean-Jacques Muyembe Tamfum, integrante del equipo que descubrió el ébola, advierte que aparecerán nuevos virus, debido a que los gobiernos y la sociedad han permitido el comercio de la vida silvestre, la deforestación y la destrucción ecológica. También indica que la probabilidad de que un nuevo patógeno se propague de animales a personas aumenta, debido a la reducción de los espacios silvestres, al cambio climático y a la poca higiene (Suleimany et al., 2022).

Voces expertas como la de la Dra. Belén Liedo Fernández, investigadora del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Madrid, España, comenta que

   Ni la pandemia nos afecta individualmente, ni las soluciones que podamos diseñar son individuales. La vulnerabilidad tiene que ver con la apertura al mundo del ser humano, por lo tanto, con la capacidad creativa y asociativa de las personas. El cuidado es entonces una acción y disposición moral humana fundamental. Este cuidado comprende tanto la atención sanitaria como otras formas de atención a las necesidades del otro y puede ser organizado a través de instituciones y otras formas de asociación. Reforzar, privilegiar y valorar las tareas de cuidado es imprescindible para atajar, en la medida de lo posible, las consecuencias de la crisis mundial que atravesamos (Liedo & Ausín, 2022).

Estas palabras dejan en claro que, indiscutiblemente, nos necesitamos unos a otros y que tenemos la capacidad de crear vínculos de cuidado y compromiso para afrontar los problemas sociales.

Por su parte, el Dr. Alejandro Díaz Villalobos en su conferencia magistral Pandemia y vacunas, lecciones aprendidas, impartida el 28 de febrero de 2023 en el Senado de la República, habla sobre los cambios que vivimos en las estructuras sociales después de una pandemia y las desigualdades en el acceso a recursos básicos y a la salud. Comenta que muchas empresas quebraron en México, provocando problemas en la economía familiar, y que no existen indicadores secundarios en Salud Pública como la violencia intrafamiliar, la depresión, el suicidio y la pérdida de años escolares. Añade que es necesario modificar las necesidades relacionadas con la diversificación de las cadenas de suministro, la aplicación de sistemas de control de calidad e higiene y el fortalecimiento de las economías locales. Señala que los gobiernos del mundo han aprendido a implementar paquetes de estímulo para evitar colapsos económicos y resalta la urgencia de garantizar el acceso igualitario a vacunas y medicamentos (Díaz Villalobos et al., 2023).

Finalmente, la Dra. Mariana Cárdenas-González, especialista en Toxicología, y la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, exdirectora de Conahcyt, comentan que

la ciencia y la tecnología han desempeñado un papel ejemplar ante la emergencia global por el COVID-19. Durante la pandemia se ha hecho patente la necesidad de buscar soluciones al bienestar colectivo; se volvió urgente encontrar formas más democráticas y abiertas de compartir el conocimiento científico; también se ha innovado en la forma en que las ciencias apoyan la toma de decisiones, así como en la construcción de puentes de diálogo y colaboración entre sectores y países (Cárdenas-González & Álvarez-Buylla, 2020).

No cabe duda de que los avances tecnológicos han generado una transformación en la manera en que nos comunicamos, interactuamos y hacemos ciencia.

 

2.4 Análisis de datos usando IA y SIG

El análisis de datos mediante Inteligencia Artificial (IA), permite enriquecer la comprensión de fenómenos sociales, sanitarios o ambientales a través de la integración de métodos computacionales avanzados y Sistemas de Información Geográfica (SIG). Esta convergencia facilita el tratamiento de grandes volúmenes de datos espaciales y no espaciales, permitiendo identificar patrones, relaciones y tendencias con una dimensión geográfica precisa.

Entre las técnicas clave se encuentra el Procesamiento de Lenguaje Natural (PLN), que permite extraer información útil a partir de textos no estructurados como noticias, testimonios, redes sociales o reportes oficiales. Esta información después puede organizarse temáticamente y vincularse a coordenadas geográficas, proporcionando un mapa narrativo de eventos y percepciones.

La Minería de Datos, por su parte, se emplea para identificar correlaciones y agrupamientos dentro de grandes conjuntos de datos epidemiológicos, demográficos o socioeconómicos. Al aplicar algoritmos de aprendizaje automático, es posible generar modelos predictivos que expliquen cómo ciertas variables afectan la propagación o el impacto de fenómenos como una pandemia.

Finalmente, el uso de tecnologías de SIG permite georreferenciar la información obtenida, facilitando su visualización en mapas interactivos. Estos mapas pueden mostrar, por ejemplo, la distribución espacial de los contagios, la ubicación de hospitales, o las zonas con mayor vulnerabilidad social. Al combinar el poder analítico de la IA con la representación espacial de los SIG se logra una herramienta poderosa para la toma de decisiones, la documentación histórica y la creación de memorias digitales con enfoque territorial.

 

2.5 Diseño de una plataforma digital interactiva

El diseño de una plataforma digital interactiva para construir una memoria de las pandemias debe centrarse en su facilidad de uso y acceso, y en la riqueza informativa. Su objetivo principal es simplificar la consulta, exploración y análisis de los contenidos por parte de diversos tipos de usuarios, como investigadores, estudiantes, periodistas, responsables de políticas públicas y público en general.

   Para lograrlo, se propone una arquitectura de información organizada mediante distintos ejes de navegación:

  • Temporal: una línea de tiempo interactiva permitirá al usuario visualizar los principales eventos relacionados con cada pandemia (origen, expansión, impacto, respuesta institucional, recuperación, etcétera). Esta función facilita la comprensión cronológica de los hechos y la posibilidad de comparar pandemias en distintos contextos históricos.
  • Geográfico: la incorporación de mapas interactivos, construidos con herramientas de SIG, permitirá localizar los eventos clave por región o país. Esta capa espacial ayuda a visualizar la dispersión, concentración o recurrencia de pandemias en distintos territorios, así como su relación con factores socioambientales.
  • Temático: la plataforma digital incluirá filtros temáticos que organizarán los contenidos por categorías como salud pública, economía, educación, ciencia, política, cultura y tecnología. Esta clasificación permitirá explorar cómo cada dimensión de la vida social fue afectada y transformada por las pandemias.
  • Tipo de contenido: los materiales disponibles se clasificarán en documentos históricos, artículos científicos, testimonios, imágenes, videos, visualizaciones interactivas y conjuntos de datos. Esto permitirá una experiencia más rica y personalizada de exploración de la memoria digital.
  • Búsqueda avanzada: se integrará un motor de búsqueda con capacidades de PLN para facilitar la consulta mediante palabras clave, nombres, fechas o eventos, así como la detección de temas relacionados y la sugerencia de contenidos similares.

El objetivo de esta plataforma digital no es solo preservar información, sino permitir una interacción significativa. La experiencia del usuario debe promover la reflexión crítica, la comparación histórica, el aprendizaje y la formulación de nuevas preguntas de investigación. A través de un diseño centrado en el usuario y apoyado en tecnologías interactivas, esta memoria digital se convierte en una herramienta dinámica de conocimiento, memoria colectiva y proyección hacia el futuro.

Cabe destacar que investigadores del Departamento de Computación del Cinvestav están desarrollando este tipo de herramientas digitales con el propósito de generar conocimiento útil, promover la soberanía científica y tecnológica, así como contribuir al fortalecimiento del desarrollo sostenible del país. Estas iniciativas buscan articular ciencia, tecnología y sociedad mediante plataformas abiertas, colaborativas y orientadas al bien común.

Como se muestra en la Figura 2, la historia de la humanidad ha estado marcada por al menos 13 pandemias de gran impacto, originadas en distintos momentos y regiones del mundo. Representarlas de manera visual e interactiva permite comprender su recurrencia, su diversidad de efectos y su relevancia para las generaciones actuales y futuras.

Figura 2. Lugares en donde se originaron las pandemias.

 

2.6 Disponibilidad de recursos para educación, investigación y políticas públicas

La creación de una memoria digital sobre las pandemias no solo cumple una función documental, sino que se proyecta como una herramienta estratégica para la formación, la investigación y el diseño de políticas públicas informadas. La disponibilidad abierta, estructurada y accesible de los contenidos facilita su aprovechamiento en distintos niveles del quehacer académico, científico y gubernamental:

  • Formación de estudiantes: la memoria digital puede ser utilizada como recurso didáctico en distintos niveles educativos, desde el medio superior hasta programas de posgrado. Su enfoque interdisciplinario permite abordar temas de salud, historia, ciencia de datos, geografía, ética y tecnología. A través de actividades como el análisis de datos históricos, la interpretación de mapas interactivos o la exploración de testimonios, los estudiantes pueden desarrollar habilidades críticas, analíticas y reflexivas en contextos reales.
  • Consultas científicas: para la comunidad académica y científica, esta memoria digital ofrece una base de datos confiable y curada que integra información estructurada y no estructurada: documentos, registros estadísticos, visualizaciones geoespaciales, publicaciones científicas, entre otros. Los mecanismos de búsqueda avanzada, los filtros temáticos y las herramientas de análisis geográfico e inteligencia artificial amplían las posibilidades de estudio comparativo, modelado de fenómenos y generación de conocimiento transdisciplinario.
  • Diseño de políticas de salud pública: la sistematización de las experiencias pandémicas, incluyendo sus causas, impactos, respuestas institucionales y aprendizajes, proporciona un insumo valioso para la toma de decisiones. Autoridades de salud, gobiernos locales y organismos internacionales pueden consultar la memoria digital para identificar buenas prácticas, evitar errores del pasado y diseñar estrategias más resilientes frente a futuras crisis sanitarias. La dimensión espacial y temporal de la memoria digital permite observar la evolución de las pandemias en distintos territorios y contextos, facilitando intervenciones adaptadas a las condiciones locales.

En conjunto, esta memoria digital se convierte en un repositorio vivo que articula pasado, presente y futuro, impulsando el acceso abierto al conocimiento, la colaboración entre disciplinas y la toma de decisiones basadas en evidencia. Su implementación fortalece el tejido educativo, científico y social, alineándose con los principios de soberanía tecnológica, justicia cognitiva y desarrollo sostenible.

 

Conclusión

La importancia de generar memorias digitales es indiscutible pues permitirán conocer los lazos de solidaridad entre comunidades locales y organizaciones internacionales. En múltiples ocasiones se ha puesto en evidencia que la cooperación y la ayuda mutua son esenciales para superar cualquier crisis. Hay que recordar que la sociedad en particular, deberá seguir practicando la higiene personal y comunitaria, integrando medidas básicas de prevención como el uso de cubrebocas y limpieza frecuente de las manos. Estas enseñanzas nos podrán ayudar a superar retos que siguen vigentes para los científicos, como la crisis climática, la IA y ética, la exploración espacial, la alimentación sostenible y la transición energética.

Aún existen muchas enfermedades y afecciones como el SIDA, la tuberculosis, la malaria y la desnutrición, cuyas consecuencias potenciales en todos los ámbitos de la vida humana pueden ser atenuadas, gracias al trabajo de investigación científica y a la colaboración academia-gobierno-sociedad. Sin duda, nos espera un futuro más próspero con comunidades autoconscientes, interdisciplinarias y en pro del bienestar social, aunque debemos entender que el aprendizaje comienza en casa, cerca de la familia.

 

Referencias

  • OMS, Organización Mundial de la Salud, WHO COVID-19 dashboard. URL: https://covid19.who.int/, último acceso 21 de agosto de 2025.
  • NU, Naciones Unidas, Agenda para el Desarrollo Sostenible, URL: https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/development-agenda/, último acceso 21 de agosto de 2025.
  • UNAIDS, Global HIV & AIDS statistics - fact sheet. URL: https://www.unaids.org/en/resources/fact-sheet, último acceso 21 de agosto de 2025.
  • Bajardi P., Poletto C., Balcan D., Hu H., Goncalves B., Ramasco J., Paolotti D., Perra N., Tizzoni M., Van den Broeck W., Colizza V., Vespignani A., “Modeling vaccination campaigns and the Fall/Winter 2009 activity of the new A(H1N1) influenza in the Northern Hemisphere”, En Emerging Health Threats Journal, Taylor & Francis, 2010. DOI: https://doi.org/10.3134/ehtj.09.011.
  • Bennett, M. J., “War against smallpox: Edward Jenner and the global spread of vaccination”, Cambridge University Press, ISBN: 978-1-13-901956-9, 2020. DOI: https://doi.org/10.1017/9781139019569.
  • Berche, P., “The enigma of the 1889 Russian flu pandemic: A coronavirus?”, En La Presse Médicale, Elsevier, 51(3): 104111, 2022. DOI: https://doi.org/10.1016/j.lpm.2022.104111.
  • Candia Calderón, A. G. & Olivera-Villarroel, S. M., “Índice de vulnerabilidad del sector salud en México: La infraestructura hospitalaria ante la COVID-19”, En Horizonte Sanitario, 20(2), 2021. DOI: https://doi.org/10.19136/hs.a20n2.3891
  • Cárdenas-González, M. & Álvarez-Buylla, E. R., “La pandemia de la COVID-19 y el cambio de paradigma en la investigación científica global”, En MEDICC Review, Leading Voices on COVID-19, 22(2): 1-6, 2020.
  • Díaz, A., Kirsch S., & Malone, R., “Pandemia y vacunas, lecciones aprendidas”, Senado de la República, 2023. URL: https://www.youtube.com/watch?v=3NZSb02B53I.
  • Hays, J. N., “Epidemics and pandemics: Their impacts on human history”, Bloomsbury Academic, ISBN 978-1-85-109658-9, 2005.
  • Liedo, B. & Ausín T., “Vulnerabilidad e interdependencia ante la pandemia de la COVID-19”, Disputatio. Philosophical Research Bulletin, ISSN-e 2254-0601, 11(20): 101-117, 2022.
  • Long, T., “March 8, 1918: Killer Influenza”, Wired, 2011. URL: https://www.wired.com/2011/03/0308spanish-flu-1918-great-influenza/, último acceso 21 de agosto de 2025.
  • Rogers, K., “1957 flu pandemic”. Encyclopaedia Britannica. URL: https://www.britannica.com/event/1957-flu-pandemic, último acceso 21 de agosto de 2025.
  • Rosen, W., “Justinian’s flea: Plague, empire, and the birth of Europe”, Viking, ISBN 978-0-67-003855-8, 2007.
  • Sarris, P., “The Justinianic plague: origins and effects”, En Continuity and Change, Cambridge University Press, 17(2): 169-182, 2002. DOI: https://doi.org/10.1017/S0268416002004436.
  • Setty, G., “Elon Musk refrenda su escepticismo sobre el covid-19 y dice que no se pondrá la vacuna”, CNN Economía y Dinero, 2020. URL: https://cnnespanol.cnn.com/2020/09/30/elon-musk-refrenda-su-escepticismo-sobre-el-covid-19-y-dice-que-no-se-pondra-la-vacuna
  • Suleimany, M., Mokhtarzadeh, S., & Sharifi, A., “Community resilience to pandemics: An assessment framework developed based on the review of COVID-19 literature”. En International Journal of Disaster Risk Reduction, Elsevier, 80, 103248, 2022. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ijdrr.2022.103248.
  • Torales Herrera, B. & Munguía-Rosas, M. A., “La movilidad urbana como pieza clave para la contención de pandemias”, En Avance y Perspectiva, Cinvestav, 6(1), 2020.    

*Foto de portada creada con Chat GPT

Daniel Jimenez Alcantar

Daniel Jiménez Alcantar

Estudiante de doctorado del Departamento de Computación, Cinvestav.

daniel.jalcantar@cinvestav.mx

Sonia Mendoza

Sonia Mendoza

Investigadora del Departamento de Computación, Cinvestav. Doctora en Computación por el Institut National Polytechnique de Grenoble, Francia.

sonia.mendoza@cinvestav.mx

Sergio Victor Chapa Vergara

Sergio Víctor Chapa Vergara

Investigador del Departamento de Computación, Cinvestav. Doctor en Ingeniería Eléctrica (especialidad en Computación) por el Cinvestav.

sergio.chapa@cinvestav.mx

Print
4 Califica este artículo:
Sin calificación

Síguenos

 
 

 
CONTÁCTENOS

Logo Cinvestav

Av. Instituto Politécnico Nacional 2508,
Col. San Pedro Zacatenco,
Alcaldía Gustavo A. Madero,
Ciudad de México, Código Postal 07360

Tel. +52 55 5747 3800

Cinvestav © 2025
14/05/2025 03:54:49 p. m.